La respiración más triste de todos mis muertos, tengo. Y un ala rota.
La cabeza perdida en la guillotina que es tu boca. Y toda la poesía puesta a hervir en un cazo viejo.
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Apaga las luces cuando entres y sal para tus heridas, déjame tirado en medio de un pasillo y pinta con mi sangre las constantes vitales que me quieras, acapara mentiras y mira de reojo a todos los girasoles ardiendo que indican por donde te vas a poner
caliéntame
tu boca
que voy de cabeza.
Introspección: dícese del acto primero de todas tus obras teatrales.
Apazyagua ando y sobrevivir no es más que vivir sobre mis restos, que te quede claro el día, si es que puedes mover todas tus tormentas.
- Y un juego de palabras es creer que lo estoy haciendo contigo., follar, digo. –
Y permitiendo a todas las hojas ahogar al suelo, vuelo a medio camino y ando poco por la irrealidad últimamente. Rótula quejumbrosa mi alma, que chilla lo callado que estoy cuando el mundo me trata con la misma indiferencia con la que yo me identifico.
Te echo de menos.
Y no pienso acabar ni uno de todos mis textos hasta que tú no lo hagas conmigo.
Advertido, quedas.