Glaucas lunas parpadeantes, luminiscentes en la tenebrosa oscuridad nocturna.
Desembocaduras emocionales de un río que suena a música.
Cúmulos que adornan el calor veraniego adormecedor de mi cuerpo.
Puertas al paraíso que llevan directas al más oscuro averno, donde pecar libre.
Cataratas de agua azul en las que gusta beber cuando mi sed arremete a mi cuerpo.
Cazadora de sueños sonrientes, maridajes de pureza y pecado.
Destronadora de mis principios.
Floresta frondosa donde gusta perder mi mano.
Dadivosos hilos castaños danzarines al compás del viento.
Lienzos mutables.
Encantadoras de cuerdas musicales
Se acaba Mayo y aún pretendo quererte
Deja la realidad jugar sola, nosotros tampoco tenemos prisa
El tiempo es nuestro amigo, y si esto es mentira
Que le jodan al amor, nosotros inventaremos algo nuestro
Así acaba el 31 de Mayo, con tu imagen en mi sien
Poetizando sin ni siquiera haber empezado
Nada