Qué curiosa la forma en la que crece tu pelo:
Cómo se escurre sobre tus ojos,
Como vistiéndolos
del resto
Guardándolos
Y haciéndome un favor.
Qué bonito queda el verde tras el castaño.
¿Alguna vez te he dicho lo que me gustaría desnudarte los ojos?
A veces me he fijado:
Se hacen tan pequeños cuando sonríes
Que parecen estrellas fugaces.
Y les pido un deseo.
Y siempre lo cumples.
Aún eclosionan mariposas
Cuando escucho tu voz
En esa canción
Que hacía de banda sonora
En los momentos injustos.
Esa misma que ejerce de arena
Cuando te echo de menos.
Y esas dos chimeneas
Que acaban tus brazos,
Y hacen sentirme en casa
Cada vez que me quemo.
Me pasaría la vida entera dibujando laberintos en tus manos.
Y rozándolas
Para que más que cariño
Empiecen por aborrecerme.
Y el cielo de tu boca.
Donde nacen esos pájaros de mi cabeza.
Repleto de nubes blancas,
Que me encantaría saborear
Por mi lengua
Tantas veces como me sea inmoralmente
Necesario.
Desgastarte las puertas al paraíso
Beso a beso
Cada vez que quieras que pare
De mentir, o de hablarte
De la mentira.
Qué curioso eres
todo tú,
Aún no me ha dado tiempo a quererte
Y ya me tienes completamente enamorado.
Si le hubiera pedido a la vida
Algo parecido a ti,
Seguro que se habría equivocado.
Menos mal que te pedí a Octubre.