10.21.2013

Declaración de intenciones - Capítulo I

No te prometo un mundo lleno de amor.
No te prometo que cada día una sonrisa llene mi cara.
No te prometo millones de mensajes explicándote lo mucho que te amo,
automáticos,
vacíos.
No te prometo te quieros en mis cartas.
Ni besos de despedida…
de hecho
no te prometo ni despedidas,
mi especialidad es la desaparición.
No te puedo prometer unos ojos vivos,
ni una piel impecable,
ni un pelo peinado.
No te quiero prometer felicidad.

Pero, a cambio,

te prometo millones de llantos,
de quejas,
de reproches infundados en historias que tú no has vivido.
Te prometo poesías mediocres en las que a veces se me escape tu nombre,
tu boca.
Nunca te voy a decir te quiero,
salvo cuando te lo tengas merecido,
cabrón.
Las despedidas serán por escrito.
Los deseos a las estrellas
fugaces…
espero que aprendas a leerlas.

Te prometo caricias de tercer grado.
Chocolate en la comisura de mis labios.
Y unas garras afiladas, para dibujar en tu espalda.
Te prometo una salida de emergencia
Bloqueada.
Y una guerra en cada esquina.

Te prometo que nunca aceptaré ir de la mano contigo,
Que siempre callaré cuando me pidas explicación
Alguna.
Y que no te hablaré cuando te mueras de ganas.

No te prometo romanticismo,
Pero te prometo una noche sin cuartel
En la que ambos acabaremos sudando
Derrotados
Llorando.

Te prometo… Te prometo que cuando necesites mi ayuda
No dejaré semáforo en rojo sin saltar.
Y que cuando quieras verme
Cogeré tan rápidos mis alas
Que no te dará tiempo a ponerte
guapo.

Te prometo recordarte que eres guapo hasta cuando te enfadas.
Pero sonríe.
Te prometo incendiarme sin gasolina.
Y obedecer, siempre que pidas lo que yo quiero.

Te prometo romper mis promesas.
Pero nunca romperme el corazón.

Te prometo amor finito,
Con fecha de caducidad.
Y cuando se pudra,
Te prometo asignarte dos canciones
Que me recuerden a ti
Fumarme un cigarro escuchándolas,
Y reírme tan alto
Que las sientas.