Cuando estaba ya en el
Subsuelo.
“Descanse en paz”
Rezaba.
Pero Dios no hacía ni puto caso,
Como siempre.
He coloreado mi cara
Pero
Siempre ha acabado en la acera.
Como la cal se desprende de las paredes
Me caía.
Y aquí nadie venía a pintar.
He llegado pronto a mi cama
Para acostarme tarde
Intentando no llorarle a la Luna.
He reído con tanta tontuna
Cada vez que te he visto
Que ya no
Me distingo el llanto,
De imaginarte
Aquí.
Y al final de cada lágrima
Se repite la misma imagen
Aunque no pueda ver
Ni pensar
Ni actuar.
Y me sigues prometiendo cosas
Que sabes no vas a cumplir.
A ilusionarme
Como ilusiona un juguete nuevo al niño,
Pero este juguete ni es nuevo
Ni somos críos.
Que ya va siendo hora de espabilar.
Ponerme mis mejores galas
Maquillarme mi mejor sonrisa
Y salir a la calle.
Esa misma calle que grita tu nombre
A cada paso,
Precipicio.
Qué difícil es parecer feliz
Sonreír
Cuando todo huele a podrido.