Medio paquete anda tirado en mi pulmón, las cenizas en el cenicero describen lo nuestro: Estriba en tu vientre mi cabeza mientras tus dedos acarician mi pelo, y parece que todo sigue en silencio. Te has callado, te he dicho te quiero y has callado. ¿Qué más da?, si al final, el silencio siempre es tu mejor aliado. Dicen que he perdido la atención en alguna parte de tu boca. Tanto he perdido ahí que me da miedo que la abras. Lloro de felicidad, por hacer algo. Toda esta congestión emocional me está matando. El tabaco reseca mi boca, tú la llenas con tu rabia. Dices que es mejor ser cazador, debo ser el animal cazado.
Apaga las luces un segundo. Déjame a tu lado. Quiero rozarte tanto, que del roce nazca el pecado.