4.25.2013

Está nublado

Amanecen palabras de tus ojos, tu despeinado corazón comienza a dejar de latir sangre. El sol se esconde tras las nubes y aún no ha llegado la brisa primaveral. Comienza a cansar usar tantas palabras y dejo que los silencios poeticen lo que quieran. El doble sentido se torna metáfora, las locuras, poesía; pero el cielo sigue nublado. Mis dedos tienen impregnado el sabor de tu pelo, sobrevivo así. Mis ojos acuden a la llamada incesante de tu imagen y mi boca tiembla. La niebla baja a visitarme, todo se apaga, el telón sube y el público calla, una noche más.